El 1 de setiembre de 1985 encuentran el Titanic, se había hundido entre el 14 y 15 de abril en su primer y último viaje en 1912 y perdido en la inmensidad del mar por años, hasta el año de 1985 nadie la había visto.
Gracias a su descubrimiento, miles de objetos han sido recuperados del fondo del mar y están expuestos en numerosos museos del mundo, es que el Titanic es el barco más famoso de la historia y su memoria se mantiene muy viva gracias a las distintas películas, documentales, canciones y memoriales.
Robert Ballard, líder de una expedición franco-estadounidense descubre los restos del trasatlántico a 3784 metros de profundidad, su expedición contaba con un equipo de sonar avanzado, cámaras submarinas y robots especialmente diseñados para la búsqueda.
Lo que había encontrado el equipo de sonar inicialmente no era el Titanic, sino una repisa en un cañón de aguas profundas, las lecturas de la sonda muestran varios objetivos prometedores.
Por relatos de sobrevivientes, el Titanic se hundió partido a la mitad y ahora en las profundidades es muy probable que los restos del naufragio estén mezclados con características geológicas, quizá parcialmente enterrado por el paso del tiempo.
El fondo marino a profundidades de más de 3000 metros y con un suelo accidentado hace que sea tan difícil la tarea de encontrar el Titanic.
Eran las 12:05 am del día 1 de setiembre de 1985 cuando por fin la cámara de búsqueda muestra por primera vez una de las 29 calderas que llevaba el Titanic.
Posteriormente el descubrimiento de Ballard desató una explosión de interés, atrayendo turistas y buscadores de tesoros al sitio.
UNA NOCHE PAVOROSA CON FRÍO MORTAL
Un poco antes de la medianoche del 14 de abril de 1912 se hundió en aguas del Atlántico Norte, el trasatlántico inglés Titanic, en su primer viaje, realizado desde Southampton (Inglaterra) a Nueva York.
La catástrofe ocurrió a 2,000 kilómetros de su destino, aproximadamente 640 kilómetros al sur de Terranova y a una profundidad de 3784 metros.
El Titanic de 46,328 toneladas era el buque más grande y lujoso de su época. Transportaba 1,310 pasajeros y 898 entre oficinales y tripulantes.
Al chocar su casco contra la parte sumergida de un gran témpano de hielo flotante, se rasgó a lo largo del costado, dos horas y media más tarde el “insumergible” Titanic reposaba en el fondo del mar.
Dos terceras partes de la gente quedó flotando en las aguas frías y el resto en botes salvavidas. Ciertamente hubo confusión, pero en el término de pocas horas llegaron buques de rescate para comprobar que los 1,500 “sobrevivientes” que flotaban en el agua estaban muertos sin que uno solo hubiese subsistido más de 40 minutos. Murieron por exposición al frío y no por inmersión.
Se ha comprobado que un descenso en la temperatura interior del cuerpo humano, de 37 a 33 grados centígrados, no es peligrosa aunque lógicamente bastante desagradable.
Si la temperatura desciende hasta 29.2 grados centígrados hay pérdida del conocimiento y peligro de muerte, si llega a los 25.3 grados, el individuo probablemente morirá.
En la ciudad de Southampton, Reino Unido se encuentra el monumento a los oficinales de ingeniería del RMS Titanic.
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