Florence Nightingale fue una destacada enfermera y estadística británica, conocida por ser la primera teórica en el área de la enfermería.
Nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia Italia bajo el seno de una familia británica adinerada y el nombre de Florence gracias a su ciudad natal.
En 1821 la familia Nightingale se mudó a Londres, Florence fue una niña precoz e intelectual y sus padres se preocuparon por que tuviese la mejor educación junto a su hermana Frances, siendo instruidas en Filosofía, Literatura, Matemáticas e idiomas.
Florence no participaba de las actividades femeninas tradicionales, al contrario prefería leer libros de los grandes filósofos y dedicar su tiempo libre al estudio.
Era muy dedicada para con el cuidado de los que se enfermaban en su casa y la satisfacción personal que le produjo el realizar esta actividad fue la principal motivación que tuvo para formarse como enfermera.
INICIOS DE UNA CARRERA
Para 1837, mientras servía a su prójimo creyó haber oído la voz de Dios, que quería que ella realizara algún trabajo especial. Sus creencias religiosas jugaron un papel importante en su vida profesional particularmente en el ámbito motivacional de su práctica médica.
Richard Moncton Milnes le propuso matrimonio a Florence en 1849, pero ella lo rechazó, en contra de lo que pensaba su madre y su hermana que la presionaban para ejercer su rol de esposa como de madre y advirtiéndole que las actividades que perseguía no eran dignas de una dama, Florence anunció que quería formarse para ser enfermera.
En 1850 logró inscribirse en la institución de diaconisas protestantes en Kaiserswerth, Alemania, aprendiendo actividades básicas de enfermería, la importancia de la observación del paciente y la buena organización hospitalaria.
Luego se trasladó nuevamente a Londres donde obtuvo un trabajo como enfermera en un hospital de Harley Street para atender a los enfermos del pueblo.
Su desempeño sorprendió a sus empleadores quienes la promovieron al cargo de superintendente del Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas, en Londres.
Se ofreció también como voluntaria en el hospital de Middlesex por un tiempo lidiando con el brote del cólera y con condiciones insalubres que ocasionaron la propagación de la enfermedad, esto inspiró a Nightingale a mejorar la higiene de las instituciones médicas.
PARTICIPACIÓN DE NIGHTINGALE COMO ENFERMERA EN LA GUERRA DE CRIMEA
La guerra de Crimea estalla en 1853, fue un conflicto entre el gobierno Ruso en manos de la dinastía Romanov y la Alianza del Imperio Otomano (Francia, Gran Bretaña y Cerdeña), la causa fue la lucha de la restauración de la iglesia Católica por parte de la Alianza contra la oposición de la iglesia ortodoxa por parte de los rusos.
El conflicto se desarrolló en la península de Crimea en el Mar Negro, si bien los aliados iniciaron con buen pie el conflicto comenzó a propagar una gran cantidad de enfermedades y los ejércitos no disponían de medicamentos o enfermeras suficientes para combatirlas.
Nightingale colabora en el conflicto dirigiéndose a Crimea junto a un grupo de enfermeras, muchas siendo voluntarias e inexpertas en el área de la salud.
Cuando Nightingale llegó al lugar se presentó un panorama muy complicado para los médicos, los soldados que estaban heridos recibían tratamiento inadecuado, había pocas provisiones y suministros médicos, la higiene era inadecuada lo que se tradujo en graves infecciones en la piel de los combatientes, así muchos soldados fallecieron a causas no relacionadas con la guerra.
Mientras se desarrollaba el conflicto, un artículo del periódico The Times realizó una publicación donde se describía detalladamente la labor de Florence Nightingale, desde esa publicación Nightingale pasó a ser reconocida en Inglaterra como la dama de la lámpara.
Cuando los médicos se retiraban y los enfermos se quedaban solos en el hospital a oscuras, Nightingale recorría todos los pasillos con su lámpara observando a cada uno de los enfermos, destacando que el cuidado de los enfermos fue personalizado, brindando una muy buena atención a cada paciente.
Para 1856 la tasa de mortalidad entre los soldados se redujo del 40% al 2,2%, siguiendo los esfuerzos de Florence.
ACTIVIDADES DE SUS ÚLTIMOS AÑOS
Regresó a Inglaterra y se hizo conocida como “Miss Smith” y en 1856 se reunió con la reina Victoria y el príncipe Alberto para discutir las condiciones en los hospitales militares y solicitar una investigación de la Comisión Real sobre la salud del ejército británico.
En 1859 se convirtió en miembro de la Royal Statistical Society y ese mismo año escribe un libro “Notas sobre Enfermería”, donde explica detalladamente el cuidado que se debe tener con los enfermos, este libro se considera una introducción perfecta de la enfermería clásica.
Si bien el libro fue escrito principalmente para los estudiantes de enfermería sirvió de base para el estudio y la investigación de muchas escuelas de enfermería a nivel mundial.
A medida que pasaban los años Nightingale comenzó a sufrir una depresión severa, supuestamente asociada a la brucelosis y a la espondilitis, enfermedades que hicieron que permaneciera por mucho tiempo en cama, disminuyendo su capacidad mental significativamente.
Si bien había dejado de escribir por su condición mental seguía interesada en los asuntos de medicina de vanguardia
En 1860 Nightingale estableció una Escuela de formación para enfermeras en el Hospital St. Thomas de Londres y por otro lado sentó las bases para futuras investigaciones en el área de la salud a nivel mundial.
La Reina Victoria le otorgó de sus propias manos la Cruz Roja Real en 1883.
Lamentablemente en a principios del siglo XX queda ciega permanentemente y para 1907 se convierte en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito del Rey Eduardo VII.
El 13 de agosto de 1910 a la edad de noventa años Florence muere mientras dormía en una habitación de su casa de Mayfair, Londres.
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