El perfumarse es, sin lugar a dudas todo un arte, uno de los grandes “delatores” de la personalidad y, por lo tanto, su elección debe ir más allá de la “recomendación” de una amiga o del prestigio de un nombre, para convertirse en una auténtica búsqueda que gira alrededor de unos cuantos factores que usted debe tener en cuenta. Sobre todo, teniendo en cuenta que no son baratos.
¿CÓMO HACER UNA BUENA SELECCIÓN?
Renuncie a la idea de probar de una sola vez cinco o seis perfumes y limítese a dos; de lo contrario, “no entenderá nada”, ya que los aromas tienden a anularse entre sí.
Coloque unas gotas en la muñeca, en el forro del abrigo o de la chaqueta y espere, por lo menos, media hora. El primer aroma que se captará es la parte volátil del perfume, mientras que el que permanece toma cuerpo y se funde con la fragancia propia de cada piel. Puede irse de “excursión” a alguna perfumería o pedirle a alguna buena amiga o familiar que le preste el suyo para experimentar por una vez.
¿EXTRACTO, LOCIÓN O COLONIA?
Cada marca de extracto tiene su “versión” en loción y colonia. El extracto es el más costoso, pero bastan unas pocas gotas para sentirse envuelta en una verdadera nube de persistente perfume. El precio de los otros es menor por cuanto sólo contienen un porcentaje, mayor en la loción, de la esencia elegida.
El extracto es “envolvente”, persiste largo tiempo y resulta el complemento ideal de los trajes de noche; la loción es menos intensa y se adapta a los conjuntos de tarde; el agua de colonia, por su parte, es fresca y apropiada para la mañana y el estilo sport.
Cuando un perfume agrada particularmente, pero resulta un poco fuerte, no hay por qué renunciar a él: bastará con elegir la loción que será exactamente el “matiz” buscado.
PERFUME PARA CADA MUJER
Efectivamente, cada tipo de mujer tiene su perfume, aquel que valoriza su personalidad dándole un particularísimo encanto. Algunas sugerencias: para una rubia, las fragancias florales; en las morenas, las almizcladas; si eres romántica, los aromas dulces y para la agresiva, los “picantes” y amargos.
¿CÓMO USAR EL PERFUME?
El perfume es algo vivo, que revela sus cualidades mejores al combinarse con la temperatura de la piel. Por eso se aconseja ponerlo en el interior de muñecas y codos y en la base del cuello; es aquí donde la piel es más cálida, y, por lo tanto, donde se desarrollará mejor y más rápidamente.
En contacto con las manos, el perfume se contamina y se “ensucia”. Conviene, entonces usarlos con un atomizador. Tratándose de extracto, dos rápidas vaporizaciones bastarán, acercando el vaporizador a la piel y apoyándolo.
Si se usa en cambio, loción o agua de colonia, el vaporizador se mantendrá a unos 25 o 30 centímetros de distancia para lograr una mejor distribución.
¿CÓMO CONSERVAR EL AROMA MÁS TIEMPO?
Las esencias naturales deben conservarse en sitios frescos y oscuros cuidando de que estén bien cerradas. Si se tiene un frasco de perfume muy grande, conviene ir pasándolo a envases más pequeños, perfectamente limpios. El frasco mayor se cerrará herméticamente.
En cuestión de extractos -por caros que ellos sean no conviene ser “avara” y conservarlos sin abrir mucho tiempo. El plazo máximo para que no pierdan sus “poderes” es de dos años.
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