Significa tener poder, el poder de alegrar la tarde o la noche de una pareja, unos amigos o a algún solitario que quiere, que lo sorprendan por ser un Bartender… creativo, fabricante de pociones.
En mis manos tengo uno de los oficios más lindos que hay, al estar detrás de una barra cumples con la responsabilidad de repartir felicidad, siempre innovando y aprendiendo.
Tener el conocimiento necesario para satisfacer al cliente es solo una herramienta para fortalecer lo que ya sabemos, ser Bartender es la sensación de control sobre todo lo que pasa alrededor de un bar.
La clave para tener éxito es estar enfocado, uso de mucha intuición y la obtienes de forma natural o la alcanzas con la experiencia al responder a las demandas de tus clientes, es vital al estar en una barra.
¿CUÁNTOS TIPOS DE BARTENDER HAY?
Barman, Mixólogo, Bartender, Flaír bartending.
BARMAN: Es la persona detrás de la barra de un bar, es el que sabe de bebidas ya creadas, prepara y sirve.
BARTENDER: Tiene un amplio conocimiento del preparado de cocteles además de ser un experto para los tragos exóticos que se ofrece a sus clientes y acompañado de un espectáculo.
FLAIR BARTENDING: Es la persona que combina entretenimiento, estilo, ofreciendo un espectáculo único, es la modalidad acrobática de la coctelería.
PASIÓN POR LA MIXOLOGÍA
Crear, mezclar, proponer, seguir investigando, esto es lo que apasiona, el mixólogo muchas veces de personalidad inquieta, así que ser bartender.
Además, mantiene despierta la creatividad y sin darse por vencido, seguir creando para repartir las gotas del elixir de la felicidad, usando la creatividad para la mejora en la calidad de sus innovaciones.
MÍSTICA DEL BARTENDER EN POCAS PALABRAS
Todo inicia desde que imaginas para crear, plasmas un pedazo de ti en cada cóctel, un gramo de esencia, entregamos tiempo, ideas, innovaciones para cada una de las personas que prueben estas creaciones.
El objetivo es darle a la persona una pausa en el tiempo del sabor, un momento que le recuerde un bello momento o que le calme el alma, digamos que, cada cóctel sea un remedio para los sentidos, los males y para los bienes.
Vivir la experiencia de beber el elixir creativo de un bartender y escuchar historias para festejar y también otras para olvidar.
¿QUÉ CARACTERIZA A UN BARTENDER?
Que en ningún otro lugar van a probar del mismo cóctel, de eso se trata, trabajar y dedicar el tiempo que se necesita para cada una de nuestras creaciones y también que todo lo que prepares en la barra sea equilibrado para que desde el primer trago sientan cada uno de los sabores con lo que has creado tu trago.
Ya sea si se hizo con frutas, jarabes, con qué licor combinaste estos y respetando siempre el destilado que elegiste para el mismo.
Esto nos lleva a tener el poder de recomendar a las personas algo que van a disfrutar de principio a fin.
El ser bartender se disfruta tanto que sin pensarlo, muchos se consagrarían a sus clientes aunque no recibiera un pago a cambio.
Muchos aman estar detrás de una barra, se preparan anticipadamente y memorizan la ubicación de cada botella para realizar el trabajo.
Sentir la adrenalina del momento, cuando inicias a ponerte en manos de las personas e impresionarlos con el sabor de tus “pociones”.
ALGUNAS TÉCNICAS PARA EL MEZCLADO
SHAKE: Es algo así como sacudir o agitar, cuando una bebida contiene huevos, jugos de fruta o de crema, técnica necesaria para que sea aplicado en diversos tragos o cocteles.
STIR: Remover, es para diluir un trago.
STRAINING: Colado en la coctelera.
MUDDLING: Machacar.
BLENDING: Licuar.
BUILDING: Construcción de capas en los cócteles.
FLAMING: Flameado.
CADA PREPARADO TIENE SU HISTORIA
Los diálogos entre bartender y cliente se entremezclan en la bulliciosa noche, las luces reflejadas por los múltiples colores de los contenedores en vidrio del fino líquido y siempre listas, en fila para la alquimia de su creador.
La historia de cada mezcla muchas veces es personalizada, ya sea porque lo elaboraste pensando en alguien o porque quieres rendir un homenaje a tu destilado favorito.
Y en la preparación, quieres plasmar un episodio de tu vida o el de tu cliente, llenos siempre de finales alternativos.
Artículo basado en la experiencia de: Adriana Trejo
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