Esculpida en 1857 por Vincenzo Gajassi, siendo esta la más enigmática de toda la serie pues carece del emblema que identifica a este signo, la balanza. La escultura es de Libra, representada por un hombre semidesnudo de rasgos andróginos.
Apoyado sobre un tronco a modo de sostén, con una actitud despreocupada cuya cadera y parte del muslo son cubiertas por un manto, confiere un gran efecto de sensualidad y erotismo a esta escultura.
PATOLOGÍA DE LA ESCULTURA DE ESTE SIGNO
La restauración de la escultura se sumó a la recuperación de su base de arenisca. La superficie se trabajó aplicando jabón de pH neutro y, finalmente colocando un hidrofugante de alto rendimiento.
Para su puesta en valor, se limpió la superficie de mármol con brochas de cerda suave y se retiraron las costras negras detectadas sobre su superficie, utilizando papetas con pulpa de celulosa. Se elaboraron y reintegraron 36 piezas.
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