El lugar donde reposan los restos de la Perricholi, sigue siendo hasta el día de hoy un misterio. A sus más de 200 años de su deceso, el enigma del destino que se dieron a los restos de la popular diva del Virreinato, debe ser motivo de evocación.
Hace algún tiempo se comentó que los restos de María Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza, se encontraban sepultados en una de las inexploradas catacumbas del Convento de los Descalzos, porque, según dicen, así lo ordenó en su testamento.
Pero hay la posibilidad también de que se hayan enterrado en la antigua Iglesia de San Lázaro en el Rímac.
Al respecto, en los registros parroquiales reza lo siguiente: “Día 17 de mayo de 1819. Entierro mayor en los Descalzos de Doña Micaela Villegas”.
La muerte de esta mujer, conocida por sus vínculos sentimentales con el Virrey Amat, se produjo ante un pequeño grupo de sus mejores amigos. Estuvieron a su lado su hijo y su nieto.
Entre los amigos figuraron Felipe Santiago Estenós, quien le cerró piadosamente los ojos. Al hacerlo, tuvo la impresión -que él mismo se encargaría de trasmitir más tarde a sus propios familiares- de estar cerrando uno de los capítulos de nuestra historia”.
El entierro fue, como ella misma lo había pedido, sin pompa alguna, sumamente modesto. Estenós acompañó sus restos mortales hasta su última morada.
MICAELA VILLEGAS, ARTISTA CRIOLLA QUE CAUTIVÓ AL VIRREY AMAT
La Perricholi, ha sido cuestionada por la forma en que se hizo popular. De simple artista de variette, llegó a ser un encumbrado personaje de la Colonia.
Historiadores, poetas, músicos, psicólogos, ensayistas y otros, hemos enfocado en múltiples oportunidades diversas facetas que rodearon su vida.
Se ha divagado acerca de los sitios que fueron ámbito de su vida múltiple. Como mujer, artista, amante, criolla, así como en su vida, como hija o madre. Todos los aspectos que enmarcan su existencia, a veces tormentosa.
Hasta cierto punto parece ser cierto, que sus amores con el Virrey Amat -del que tuvo un hijo reconocido y homónimo- no fueron “nubes de verano” siendo más bien nexo inmarcesible del corazón que se mantuvo fiel, aún alejado Amat del Perú, hasta que murió en Barcelona.
Fue entonces cuando Micaela se casó con José Vicente de Echarri con quien compartiera la empresa teatral del Real Coliseo.
De la Perricholi no solo queda la leyenda matizada de anécdotas, sino inmuebles como la Quinta de Presa, casa que mandara construir para ella el Virrey Amat.
Micaela Villegas Hurtado de Mendoza murió anciana en un hogar modesto el 16 de mayo de 1819, contrastando con la época de esplendor que le tocó vivir en la Colonia.
RECIENTES
Muy buen artículo, espero leer más de estos datos interesantes. EMS
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