En 1855, Antonio Bisetti esculpió la escultura de Leo, correspondiente al mes de agosto, mes estival en el hemisferio norte, representada por un joven semidesnudo que riega las flores de un ánfora clásica.
Podría confundirnos con el signo Acuario si no fuera porque apoya su pie derecho en el tronco de un árbol sobre el que se distingue un semicírculo con la figura de un león.
PATOLOGÍA DE LA ESCULTURA DE ESTE SIGNO
Se retiró el material moderno de la base de arenisca antes de aplicar una limpieza especializada. Tras la adherencia del mortero nuevo, se aplicó un hidrofugante para evitar daños por humedad.
Su recuperación requirió de una limpieza química y mecánica, así como la eliminación de morteros y material ajeno al original. En base a evidencia histórica, se restituyeron 21 piezas de la escultura.
RECIENTES