El ratón Mickey nació por necesidad cuando su padre, Walt Disney, descubrió que había perdido los derechos sobre su anterior personaje: Oswald, el conejo afortunado. Fue el primer actor de dibujos animados comercializado a gran escala.
Los mayores y horrorizarán, los jóvenes no lo creerán, pero es absolutamente cierto: el ratón Mickey, uno de los personajes más famosos del fabuloso mundo de Disney, tiene ya 96 años de vigencia y esplendor.
Fue exactamente el 18 de noviembre de 1928 cuando se proyectó por primera vez la primera película de Mickey, “Steamboat Willie” y se abrió una puerta que conducía el reino de la fantasía.
Desde su nacimiento fue catalogado como el niño mimado de Disney y estuvo rodeado de una aureola de hijo perdido, siempre querido y siempre añorado.
Cronológicamente, “Steamboat Willie” no fue la primera película de Mickey que se filmó, porque estuvo precedida por “el avión loco” y “el gaucho galopante”; pero estas eran películas mudas en un cine que recientemente se había abierto el sonido y nadie quiso comprarlas. Tuvieron que ser redactadas y esperar aquí la presentación de Mickey si llevar a cabo en el sonoro.
RATÓN MICKEY NO TIENE EDAD
Es un personaje antropomorfo que a lo largo de los años ha ido evolucionando de muchacho aventurero a burgués estabilizado, pero no alcanzó la longevidad que tiene su propio mundo.
Posteriormente, el 3 de enero de 1930, en los periódicos empezó aparecer un “cómics” que pronto contó con miles de lectores en todo el mundo.
A esa experiencia siguió la publicación de un libro y la comercialización, por parte de la compañía, de todo tipo de productos de Mickey Mouse. Era ya un héroe nacional.
El gran estrellato de Mickey se prolongó durante toda la década de los 30. En ese periodo se firmaron 102 de las 119 películas que protagonizó el famoso personaje. En las dos décadas siguientes todavía conservaba todo su prestigio, pero compartía su espacio vital con otros compañeros de fatiga como el Pato Donald.
La última película de su periodo de esplendor fue “Las cosas sencillas”, rodada en 1953. Mickey no volvió a ponerse delante de las cámaras hasta 30 años más tarde, en “Cuento de Navidad de Mickey“.
SU DÍA MÁS TRISTE
Seguramente el día más triste de Mickey fue aquel en que apareció llorando en la carátula del “París Match”; Ir a la noche buena de 1966 y el ratón del remaba desconsoladas lágrimas por la muerte de su progenitor, Walther Elías Disney, padre asimismo de en innumerables sonrisas infantiles y adultos.
En ese momento hacia 12 años que Mickey no aparecía en las pantallas cinematográficas: su creador si había visto obligado a marginarle en cierta medida, por distintos intereses de la expansión comercial imaginativa de la compañía Disney.
No obstante, ni que seguía conservando un papel mítico dentro del mundo de los antropomorfos parlantes del reino animal. Para los Estados Unidos fue, y sigue siendo, todo un símbolo. No hay que olvidar, por ejemplo, que en la II Guerra Mundial el santo y seña del desembarco de Normandía fue “Mickey mouse”.
OSCAR PARA DISNEY POR MICKEY
La academia de Hollywood concedió a Walt Disney un Oscar honorífico por su creación. Cuando en alguna entrevista en rememoraba la historia de la fábrica de sueños que había construido solía decir: “espero que nunca nos olvidemos de que todo comenzó con un ratón”.
Y para hacer realidad aquel deseo, cuando sin inauguró Disneylandia en California, y 1955, Mickey Mouse estaba allí, recibiendo a los invitados, y volvió a ser el anfitrión en las inauguraciones del Disney Word de Florida y del Disneylandia de Tokio.
Walt Disney su creador, dijo: “Todo lo que queríamos y esperábamos de Mickey era que la gente lo siguiera pasándolo bien con sus películas.
Hoy, a pesar de su práctica desaparición de las pantallas y del ocaso creativo de sus “cómics”, la figura de Mickey continúa siendo un símbolo constante del universo Disney.
Por eso no lo hicimos una simbología social conocida ni la convertimos en víctimas de ilustraciones o dura sátiras. Es simplemente un pequeño personaje cuya única misión es hacer reír”.
RECIENTES
