El secretario de asuntos de educación teológica de la iglesia evangélica peruana, pastor Omar Aboco, y el historiador católico, sacerdote jesuita Manuel Marshall, coincidieron en afirmar que la llegada de europeos fue conquista y no encuentro.
La presencia europea en el continente americano y particularmente en el Perú, significó la conquista de un mundo sobre otro y no lo encuentro de dos mundos.
Medio milenio ha pasado de la llegada de los europeos a América, nos preguntamos: ¿si hubo un encuentro un encuentro entre dos mundos o fue la conquista de un mundo sobre el otro?, de una cultura sobre otra cultura.
Trajo como consecuencia el aplastamiento de un orden social, político y económico -que con todas sus imperfecciones como el establecido por los incas- posibilitó la vida del pueblo, que permitió una vida más digna y justa que la que hoy impera en nuestro territorio.
Después de 528 años, en el país se muestra un doloroso empobrecimiento de las mayorías y en especial del campesinado andino, que ha quedado sin tierras y viene a formar parte de los grandes cinturones de miseria de nuestras ciudades.
LA CONQUISTA TRAJO INJUSTICIA Y POBREZA
En el resto de los países de América Latina, el cuadro no es muy distinto y podemos decir que, en su conjunto, nuestros pueblos sufren situaciones de injusticia en las que se hace presente el autoritarismo, la pérdida de la autodeterminación y la alienación política.
Todo esto, en el momento que se hace patético un modelo que tiene como proyecto la maximización de las ganancias y la acumulación privada de las mismas.
Este modelo económico trae consigo, además, la imposición de modelos políticos extraños a nuestra realidad y a nuestros pueblos que siguen resistiendo, gracias a la organización de sus pequeñas comunidades que permite que alcancen apenas niveles de subsistencia.
Han pasado 528 años, durante los cuales pasamos de la dominación colonial -que en sus primeros 80 años produjo el más grande genocidio de la historia, pues 70 millones de nuestros antepasados pagaron con sus vidas por la ambición de los españoles.
Sus nuevas formas de poder político y económico, trajeron como consecuencia la destrucción de nuestro ecosistema.
LA IGLESIA NO FUE MÁS CRÍTICA FRENTE A LA CONQUISTA
Creemos que nuestros pueblos esperan la gran oportunidad, en la que un nuevo orden internacional más justo, les permita mostrar al mundo que sean capaces de salir adelante con honradez, trabajo y con la frente alta.
Para el historiador católico Manuel Marshall, la presencia de los europeos en América fue, efectivamente, al comienzo una conquista y una imposición, pero luego se quedaron para transformar al continente y producir una cultura mestiza.
Es el primer caso de colonialismo europeo que, posteriormente en el siglo XIX, se fue desarrollando mucho más.
Parece que -cuando se habla de encuentro- no es un encuentro vía el diálogo, es el encuentro de sociedades y mundos distintos que tienen raíces culturales complejas.
Por ejemplo, para gran parte de América latina, el castellano es su propia lengua materna, más aún, hay todo un Boom de la literatura latinoamericana superior a la literatura española.
SEGÚN PENSADORES CATÓLICOS Y EVANGÉLICOS
Por otra parte, la Iglesia Católica le ocupó la responsabilidad de no haber sido más crítica frente a la conquista.
Como el propósito de la iglesia era evangelizar, lo que hizo fue dulcificar de alguna manera la conquista, no hay que olvidar que Bartolomé de las casas, y muchos como él, asumieron la defensa de los indígenas contra la injusticia.
Claro que ha habido también, sacerdotes y laicos concretos con la misma paradójica figura de los conquistadores, muchos de ellos eran hombres ambiciosos, duros y crueles que al mismo tiempo, se sentían muy “cristianos”.
En esta situación, los seres humanos no son capaces, muchas veces, de conciliar sus dimensiones religiosas con sus dimensiones éticas.
EL PROBLEMA DE LA EVANGELIZACIÓN EN LA CONQUISTA
¿Qué puntos deben considerarse para que ésta sea efectiva en nuestro país?, las iglesias católicas y protestantes deben -en nombre de la fe en Cristo- compartir e impulsar programas sociales que puedan ayudar en el país a superar el problema de la pobreza.
No es solo tarea de una iglesia, sino de todos aquellos que creemos en el mismo Señor y que queremos vivir plenamente la justicia.
Termino indicando, que la llegada de Colón tiene diversos significados, según sea quien la analiza.
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