Fernando de Magallanes, fue un famoso navegante y explorador portugués, cuya ansia de aventuras y férrea voluntad le depararon la gloria de haber organizado la primera expedición que dio la vuelta al mundo, haber descubierto el estrecho que lleva su nombre y haber surcado por primera vez el Océano Pacífico de Este a Oeste y en toda su extensión.
También conocido como Hernando de Magallanes nació en 1480 en el norte de Portugal, no se sabe si en Porto o en Sabrosa, y era de familia noble.
Recibió una educación esmerada, y, cuando joven fue paje de la Reina Leonor, consorte del Rey Juan II, y en 1495 entró al servicio de Manuel el Afortunado, sucesor de Juan.
La atracción del mar lo llevó a sentar plaza de marino cuando tenía 20 años, y tuvo oportunidad de participar en un largo viaje a las Indias Orientales. En 1509 se unió en Cochín (India) a Diego López de Sequeira y al año siguiente fue nombrado capitán.
VIAJES DEL NAVEGANTE PORTUGUÉS
En 1511 se distinguió en la conquista de Malaca por Albuquerque y fue enviado por Antonio d’Abreu a explorar las islas de las Especias (Islas Molucas). La expedición partió de Málaga en diciembre en 1511, bordeó el norte de Java, pasó entre Java y Madura, dejo las islas Célebes a la izquierda, se detuvo en Bura y luego en Amboina y Banda. La cantidad de especias que halló en estas últimas, la decidió a regresar a Málaga. En 1512 volvió a Portugal y en julio de ese año se lo nombró fidalgo escudeiro.
Luego recurrió el Mediterraneo y al año siguiente exploró la región de Marruecos y el norte de Africa. En esa expedición, recibió una herida en una pierna que lo dejó cojo para toda la vida, y por desgracia todavía fue acusado de comerciar con los moros.
De regreso a su patria, donde gozaba ya de renombre entre militares y marinos, concibió el proyecto de buscar nuevas rutas para la India por el camino del Oeste, fiel a las ideas de Colón, y lo expuso a su soberano, pero éste no demostró mayor interés por la empresa.
Al rechazar el rey su proyecto, renunció a la nacionalidad portuguesa y pasó a España para entrevistarse con el emperador Carlos V.
LA ENTREVISTA CON EL REY DE ESPAÑA
En Valladolid, se entrevistó con el rey de España Carlos V y, con la ayuda de Diego Barbosa, un portugués naturalizado español, ganó el favor del rey y de su ministro Juan Rodríguez de Fonseca.
Magallanes se propuso llegar a las Islas de las Especies, en las Indias Orientales, por el Oeste. Para ello, esperaba descubrir un estrecho en el extremo sur de América del Sur.
Ruy Faleiro, un astrónomo, le ayudo a trazar mapas y a conseguir el apoyo financiero de Christopher de Haro, un financista que residía en Amberes. El 22 de marzo de 1518 Magallanes y Faleiro, firmaron un acuerdo con Carlos V según el cual el 20 por ciento de los provechos les correspondería a ellos. Además, ellos y sus hijos gobernarían, con el título de Adelantados, los territorios descubiertos.
El Rey, entusiasmado por las hazañas de otros conquistadores en el Nuevo Mundo, le presentó todo su apoyo y puso a su disposición una flota de cinco naves y 265 hombres.
MAGALLANES Y LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO
El 10 de agosto de 1519 una escuadra de cinco naves y 265 hombres al mando de Magallanes zarpaba de Sevilla. Los navíos eran: Trinidad, Concepción, San Antonio, Santiago y Victoria. De estas, únicamente la nave “Victoria” cumplió la hazaña de dar la vuelta al mundo.
Acompañaba a la expedición un italiano, Antonio Pigafetta, de Vicenza, que debía escribir una historia de ella. El viaje se hizo lento y penoso por falta de vientos favorables.
La expedición llegó a América del Sur, cerca de Pernambuco, el 29 de noviembre. Una larga estada en las costas brasileñas provocó un motín en la tripulación que pedía el regreso, pero pudo ser sofocado. La sublevación la reprimió con gran dureza para asegurar la disciplina entre su gente. Pasó cinco meses realizando exploraciones de costeo. Pasó el Río de la Plata, al que Magallanes exploró con la esperanza de que se tratase del estrecho buscado.
El 31 de marzo arribó a San Julián. Ahí, por primera vez, vio a los nativos, a quienes llamó patagones, por el tamaño de los pies y que Pigafetta magnifica, atribuyéndoles proporciones gigantescas. El 24 de agosto de 1520 abandonó San Julián. De nuevo siguió rumbo al Sur buscando sin resultado un paso a través del continente.
Cuando ya las tripulaciones comenzaban a presentar síntomas de desánimo, llegaron a un entrante de la costa que por las corrientes de agua parecía augurar que la expedición se encontraba en el camino acertado. Era el 21 de octubre de 1520. Estaban en el Cabo de las Oncemil Vírgenes, entrada del estrecho. Envió un barco de exploración, cuya tripulación forzó a su capitán a volver a España.
DESCUBRIMIENTO DE UN OCÉANO
Tras esperar sin resultado el retorno del barco, señaló el camino y se aventuró a cruzar el estrecho, que llamó de Todos los Santos, por haberlo cruzado el día primero de noviembre y que después llevaría el propio nombre del gran navegante.
El 28 de noviembre de 1520 llegó a Cabo Deseado, el otro extremo del estrecho. Bautizó con su nombre actual a la isla de Tierra de Fuego. La expedición entró luego en el Gran Mar del Sur, al que Magallanes llamó “Pacífico” por la aparente calma de sus aguas. Continuó rumbo al noroeste en busca de la línea ecuatorial, y recaló en varias islas inhóspitas y desiertas.
Por fin, tras sufrir muchas penalidades y grave carencia de víveres, llegó a las islas de los Ladrones (más tarde llamadas Marianas), en las que repostó víveres, y continuó rumbo hasta llegar, el 7 de abril de 1521, a la isla de Cebú (Filipinas).
En las Filipinas, los marinos fueron bien recibidos y dispusieron de alimentos en abundancia.
Catequizó al rey Hamabar, de la isla de Cebú, quien se reconoció vasallo del rey de Espala, pero al querer ayudarlo en una lucha contra una tribu del vecino islote de Mactán, Magallanes fue muerto por los nativos de éste el 27 de abril de 1521.
LUEGO DE LA MUERTE DE MAGALLANES
La expedición continuó al mando de Juan Sebastián de Elcano. Visitó las Indias Orientales, atravesó el Océano Indico, dobló el Cabo de Buena Esperanza de África hacia el Oeste y tomó rumbo al norte, en busca de las costas de España.
De las cinco naves con 265 hombre y, según otros historiadores, 287 tripulantes, sólo regresó al puerto de Sanlúcar de Barrameda una nave, la “Victoria” con 18 tripulantes el 6 de setiembre de 1522, la primera que había circunnavegado el mundo.
Magallanes no redactó ningún diario, pero éste ha podido ser reconstruido, despojado de lo que hubo de fantasía y exageración, en el Diario de Pigafetta, miembro de la expedición, y de un piloto genovés llamado Bautista, quien dejó algunos relatos bien documentados.
Sobre estos documentos se basan todas las historias y las biografías de Hernando de Magallanes -el gran descubridor del Estrecho de Magallanes y del Océano Pacífico- y Sebastián de Elcano.
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