De autor y fecha desconocidos, la escultura de Capricornio es representada por un personaje masculino semidesnudo de belleza apolínea. A sus pies reposa la cabra mitológica Amaltea, cuyo cuerpo termina en forma de cola de anfibio.
La hermosa cabeza de abundantes cabellos va tocada por una corona de flores y hojas, mientras que, en la mano izquierda, que se adelanta hacia el espectador, porta un cuenco. El símbolo que identifica a este signo se ve evidente a los pies de la escultura.
PATOLOGÍA DE LA ESCULTURA DE ESTE SIGNO
La restauración de la escultura se sumó a la recuperación de su base de arenisca. La superficie se trabajó aplicando jabón de pH neutro y, finalmente colocando un hidrofugante de alto rendimiento.
Dentro de la restauración se contempló la restitución de 34 piezas, elaboradas en base a evidencia histórica. Previamente se aplicó una limpieza mecánica y química, además del retiro de materiales incompatibles.
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