RECOJO DE MEDICINAS EN HOSPITALES DEL ESTADO

RECOJO DE MEDICINAS EN EL ÁREA DE FARMACIA EN HOSPITALES DEL ESTADO

El habitual recojo de medicinas en el área de farmacia en hospitales del estado es el pan de cada día de muchos pacientes, recurrentes y nuevos, jóvenes y adultos mayores. Es el pasó final de un proceso ordenado, posterior a la entrevista con el médico según especialidad.

PROBABLEMENTE TE SENTIRÁS IDENTIFICADO

Un día cualquiera y desde muy temprano se van formando las colas o filas por cada ventanilla, primera, segunda, tercera y cuarta ventanilla se muestra con título grande “Digitación de Recetas”, quinta y sexta ventanilla “Entrega de Medicamentos”, en cada una de ellas las cabecitas blancas van asomándose una a una en su avance seguro.

Abuelitos parados en sus colas, cada uno con la consigna de recoger sus medicinas. Algunos se encuentran sentados, mientras que otros están dormitando pero todos a su vez en espera de ser llamados por apellidos y nombres.

REQUISITOS EN CONSECUENCIA

En la primera cola me acerqué con receta en mano y DNI, la espera no fue larga hasta que al fin llegó mi turno.

Una joven señorita recibe mis papeles y con saludo rutinario exclamó diciendo “¡falta la ficha de la cita!”, los requisitos para la entrega de medicinas son Receta, DNI y Ficha de la cita indicadas por el doctor según especialidad.

“¿Y ahora? …le dije” mientras sentía la presión de las cabecitas blancas detrás mío tratando de avanzar.

Joven, “falta la ficha que le da el médico”, insistió.

¿CÓMO HAGO SEÑORITA?

“Vaya usted al módulo 15 para que le den una copia de la cita y me la trae”, exclamó mientras solicitaba los papeles al siguiente de la fila.

Con calma pero apurado y observando la hora fui hacia el módulo 15, allí me esperaba otra fila con algunos veteranos por delante, “esto de hacer colas o filas se hace ley por costumbre”.

Tras la espera, los minutos pasaban lentamente ante la angustiosa espera. Al fin quedaba solo una persona por delante, ya pronto sería mi turno para darme cuenta al llegar que la persona que atiende se va a los servicios dejando una fila en espera, no sin antes indicar que otra señorita procedía a ocupar su turno.

La hora no caminaba sino corría, la mañana pasaba rápido dejando la sensación de un tiempo perdido, lo que nadie menciona y las caras disconformes de mis compañeros de fila así lo hacían notar.

Suena irónico decir que en ese momento sonaba en mis audífonos Soda Stereo-Te hacen falta vitaminas.

DRAMA MENTAL PARA EL RECOJO DE MEDICINAS

Ante tanto drama mental, al fin regrese a la ventanilla inicial “Digitación de Recetas”, cumpliendo con la norma y entregar los papeles solicitados, la señorita de la ventanilla solo dijo: “tome asiento que se le llamará por apellido y nombres para que pase a la siguiente ventanilla”.

En la espera, que ya se hace redundante mencionar en esta historia, veo a una señora ya de edad parada esperando, y le digo: “seño, aquí hay asiento!!!… ¿cuanto lleva esperando?”, la señito me miró y sonriendo dijo: “diez minutos, está avanzando lento”.

Setenta y dos sillas ocupadas más cuatro filas mantienen ocupados a farmacéuticos y administrativos todo el día. Ante el recojo de medicinas puedo decir que tenemos un proceso de atención para toda la población asegurada, los adultos mayores en consecuencia pasan sus días en largas filas o colas para la atención de su salud, no es nada personalizado; por otro lado el bolsillo llora con solo oír la palabra Clínica, es así que si bien es cierto el seguro del estado no es perfecto pero al menos es una alternativa viable con todos sus defectos.

Cuando vas por primera vez como el que habla, pagas derecho de piso, lo bueno es que preguntando uno llega a Roma.