La Filatelia es una de las más apasionadas aficiones del mundo y una de las más universalmente cultivadas es la Filatelia, arte que trata del conocimiento y colección de los sellos.

Esto se aprecia principalmente por el dibujo, color, emisión y rareza que determinan, entre otros factores, el valor de los sellos entre los coleccionistas.

ALGO DE HISTORIA

Esta afición surgió a poco de aparecer los primeros sellos en Gran Bretaña el 16 de mayo de 1840. Las cartas de aquella época llevaban curiosas leyendas como: “Consérvese esta carta. El sello puede algún día ser una curiosidad interesante”. Se estima que hay millones de coleccionistas en todo el mundo. Cuando James A. Farley era director general de correos de los Estados Unidos Norteamérica, estimo en su país más de 10 millones de coleccionistas.

Los primeros sellos fueron uno negro de penique y otro azul de dos peniques, ambos con la efigie de la Reina Victoria. El de un penique es famoso entre coleccionistas en el nombre de penny black.

Generalmente se considera como el inventor de los sellos a Rowland Hill, ennoblecido más tarde por sus esfuerzos para mejorar el sistema postal británico. Su proyecto de reforma postal comprendía el pago previo de un penique. Entonces apareció el sello indicador, ante los oficiales de correo, de qué tal pago se había efectuado.

Pronto otros países adoptaron el sistema y así, en Ginebra y Zurich se emitieron sellos de 1842. Brasil fue el primer país americano y los emitió en 1843, sus famosos “ojos de buey”, llamados así por tener el precio dentro de un círculo. Siguieron Basilea y 1845, Estados Unidos y la Isla Mauricio y 1847, las Bermudas y 1849. Austria, Guayana británica, Hannover, Nueva Gales del Sur, Prusia, Sajonia, España y Suiza en 1850.

En la actualidad, todo país emite sus propios sellos y de hecho, se ha convertido en un signo de su soberanía.