Un 13 de mayo de 1936, en su domicilio de los Barrios Altos falleció don Felipe Pinglo Alva, el revolucionario de la Canción, sin saber que tres años después prohibieron “El Plebeyo”.
Felipe Pinglo Alva, el incomparable maestro que ha dejado para la posteridad canciones de extraordinario sentido humanista.
Sus canciones fueron muy populares tales como “El Plebeyo”, “Oración del labriego”, “Mendicidad”, “El espejo de mi vida”, y otros temas muy poco difundidos como “La bohemia de luto”, que le dedicó a Carlos A. Saco, quien había muerto un años antes, “Aldeana”, “Melodías del corazón”, “Rosa Luz”, y “La pradera” éste con musicalidad andina.
Sobre el “Barco del Pueblo” muchas páginas se escriben y algunos “compositores” trata de seguir su línea, que siempre fue única y que será muy difícil de igualar, ni en musicalidad y menos en literatura.
Corría el año 1939 y existía el Gobierno de Óscar R. Benavides que mediante un comunicado “Orden, Paz y Trabajo”, prohibieron las canciones de Felipe Pinglo y de otros autores.
El régimen de aquel entonces, celoso custodio y guardador de ese orden, suponía la infiltración de ideas políticas a través de versos y cantares populares, trasmitidos por radio podría influenciar en el ánimo del pueblo e incitar la revuelta, sedición, etc., etc.
MÓVIL PARA TAN CURIOSAS MEDIDAS PARA LA CANCIÓN
Surgió entonces la manifestación que se negaba la paternidad de “El plebeyo” a Felipe Pinglo y que el verdadero autor (hasta entonces anónimo) resultaría Víctor Raúl Haya de la Torre…
En ello, la peligrosidad que entrañaba al régimen la transmisión del famoso valse, bajo amenaza de fuerte multa a la radio y suspensión inmediata e indefinida al cantante.
Parece mentira, pero fue así, el mandato de “Orden, Paz y Trabajo” que en 1939 se impartió a las radioemisoras limeñas. Tuvo también como objetivo acallar la voz de la canción peruana, pero es necesario comprender que lo nacido en el pueblo adquiere más fuerza.
¡Esto es nuestra canción!, que día a día logra mayores y mejores aportes y representa la nacionalidad.
Poco falta para el centenario de la desaparición de don Felipe Pinglo Alva y siempre será recordada la famosa composición “El Plebeyo” muy popular en el Perú. Ese día sea real encuentro de las manifestaciones musicales, nuestras y que todas las injusticias sean superadas.
Por nuestra canción popular hay mucho por hacer, allí están los centros musicales, compositores e intérpretes, manteniendo vida la llama de la esperanza, con su entrega total al ejercicio de su arte.
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