El experimento de Filadelfia ¿mito o realidad histórica?, lo que si sabemos es que fue uno de tantos experimentos llevados a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, por numerosos científicos tecnológicos y de ingeniería para intentar estar a un paso por delante del enemigo.
La mayoría de estos experimentos se mantuvieron en secreto por obvias razones y aunque la mayoría de esos experimentos ya deberían de estar desclasificados y disponibles para el público.
Muchas fuentes teorizan que más de uno de estos trabajos continúan guardados en el más absoluto secreto, o más incluso aún que se están llevando a cabo hoy en día.
Nadie podrá imaginar ni sospechar jamás lo que realmente ocurrió aquella mañana del 23 de noviembre de 1943 en el puerto de Filadelfia-Pensilvania.
Un buque de la marina estadounidense, el destructor USS Eldridge, fue objeto de un experimento científico para hacerlo invisible a los radares enemigos, es además un soporte para comprobar la predicción que supuestamente se haría real, invisibilidad óptica.
CON EL EXPERIMENTO DE FILADELFIA EL BARCO DESAPARECIÓ
En pleno experimento, unos trabajadores del puerto vieron como el barco de guerra desaparecía ante sus atónitos ojos, para volver a materializarse, segundos después, en el mismo sitio.
A setecientos kilómetros al sur, en la base de Norfolk, Virginia, unos asombrados ciudadanos vieron aparecer y desaparecer el mismo barco que segundos antes se había esfumado momentáneamente en otra ciudad.
Curiosamente, unos reporteros también presenciaron el experimento, este hecho fue después entregado a los periódicos como una historia increíble.
La noticia fue censurada por orden de las autoridades, no podía ser conocida por un público que, ya lo había visto.
Semanas después, un segundo el misterio en torno a este extraño suceso, en el interior de un automóvil fue hallado el cuerpo sin vida de un personaje que, al parecer había estado vinculado con los experimentos secretos realizados por la Marina de los Estados Unidos.
Poco antes de morir había hecho unas declaraciones a la prensa sobre cierta experiencia vivida por el alto mando, con resultado que nadie esperaba.
Su nombre era Morris K. Jesús, El dictamen policial fue: suicidio, pero no convenció a nadie.
UN ARMA QUE PUDO CAMBIAR LA HISTORIA
Todo comenzó en la primavera de 1942, cuando el doctor Jessup conoció a un cierto joven Allan, desconocido científico que un día le propuso realizar algo sencillamente increíble: idear un mecanismo para ser invisible a los barcos aliados que luchaban en la Segunda Guerra Mundial.
¿Cómo? Aplicando la teoría de Einstein sobre el llamado “campo unificado”, es decir, crear un campo magnético que serviría para transportar un objeto a gran distancia sin ser visto.
La idea era realmente loca, descabellada para su tiempo, pero el doctor Jessup habló del tema con uno de sus jefes.
Era la posibilidad de tener el arma más fantástica de todos los tiempos, con ello sería imposible para los alemanes alcanzar un barco aliado, éste podría desplazarse a voluntad de un lado a otro sin ser notado.
EL PROYECTO FILADELFIA
Un año después se puso en práctica que ella peligroso operación que recibió el sugestivo nombre de “The Philadelphia Project” o proyecto Filadelfia.
Aquel 23 de noviembre de 1943, el hombre iba a conocer el terrible poder de lo desconocido, algo que fue más allá de la ciencia ficción.
Se accionó un campo magnético instalado en un Destructor, minutos después, ante la presencia de cientos de personas, comenzó a desaparecer y aparecer como si fuera una luz intermitente.
Se dice que el mismo buque de guerra fue visto en varios lugares con apenas segundos de diferencia.
Pero aquí no acabó todo, lo peor vino después, cuando la tripulación, que empezó tomando las cosas en broma, comenzó a sufrir violentos trastornos y terminó enloqueciendo hasta esfumarse completamente, igual que había sucedido con el barco.
DESINTEGRACIÓN DE UN BARCO
Fue como si se hubiesen desintegrado o pasado otra dimensión para no volver más, los horrorizados espectadores del hecho vieron también como algunos tripulantes ardían como teas.
Un desconcertado oficial en tierra grabó estas dramáticas palabras: “¡Se están quemando, se están quemando! ¡Dios mío! ¡No puede ser! ¡Están haciendo señales, nos están llamando! ¡Ayúdenlos! ¡Oh no! ¡Desaparecieron! ¿A dónde fueron?
Lo único que quedó fue el barco chamuscado, en vista del fracaso, la base fue clausurada por varios años y el ingreso al barco fue vedado, el caso quedó cerrado después de la muerte misteriosa del doctor Jessup.
Lo cierto es que hubo muchísimos testigos en el puerto de Filadelfia que vieron, en cuestión de segundos, aparecer y desaparecer un barco de guerra… Pero aun así quedaron en el aire muchas interrogantes.
RECIENTES