El 6 de agosto de 1945, el bombardero B-29, conocido como “Enola Gay”, lanzó la primera bomba atómica utilizada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.
Desde las 9:30 p.m. llega el avión bautizado como “Enola gay”, nombre que tuvo el avión encargado de lanzar la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra.
Las primeras bombas atómicas con uso militar no experimental fueron lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 9 de agosto de 1945.
En cuestión de segundos, acabaron con la vida de miles de habitantes japoneses, esta agresión fue una venganza ya que los japoneses atacaron sin aviso Pearl Harbor.
Después del ataque atómico, Hiroshima fue reconstruida como una ciudad en memoria de la paz.
El gobierno japonés continuó pidiendo la abolición de las armas atómicas por la paz mundial.
Estados Unidos nunca pidió disculpa alguna por el ataque, basándose en que Japón tampoco pidió disculpas por el ataque a Pearl Harbor.
MOTIVO Y OPORTUNIDAD PARA USAR LA BOMBA
La primera bomba atómica se detonó experimentalmente en un lugar de Nuevo México, el 16 de julio de 1945, y fue un éxito.
Luego, las otras dos fueron transportadas al escenario de guerra del Pacífico, en el mismo mes, una comisión especial recomendó al presidente Truman que se usara la bomba contra Japón.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Henry Stimson, sostenía que se le debía dar la oportunidad a Japón de rendirse antes de lanzar la bomba sobre su territorio.
Sin embargo, ese mes en Potsdam, los aliados aprobaron la Declaración de Potsdam en la que se conminaba a Japón a rendirse o a enfrentar la destrucción.
Se ratificaban sus límites territoriales establecidos en El Cairo y se planteaba la ocupación de Japón, la eliminación de sus fuerzas armadas y el establecimiento de un gobierno pacífico y responsable.
Cuando Japón se negó a aceptar estas condiciones, el presidente Truman dio la orden para que se lanzara la primera bomba atómica sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945.
LA BOMBA SE LANZO TAMBIÉN EN NAGASAKI
Tres días después, se dejó caer una segunda bomba sobre Nagasaki, las dos bombas mataron a 150,000 personas y devastaron ambas ciudades.
Los japoneses no sabían que, con esta espantosa demostración de fuerza, Estados Unidos había agotado temporalmente su arsenal nuclear.
Lo único que ellos vieron fue una fuerza de destrucción sin precedentes, contra la cual no tenían defensa alguna.
Además, no podían ignorar la declaración de guerra que les había hecho Rusia el 8 de agosto y su maratónica conquista de Manchuria a la semana siguiente.
En consecuencia, el 14 de agosto de 1945, Japón se rindió incondicionalmente.
Con la firma de la paz en el Lejano Oriente y bajo la trágica sombra de la nube en forma de hongo del poder nuclear, se abrió una nueva era de la historia mundial.
El 2 de septiembre de 1945, a bordo del USS Missouri en la bahía de Tokio, el general MacArthur, comandante supremo de los aliados, aceptó la rendición de Japón.
CONSECUENCIAS POR LA EXPOSICIÓN A LA RADIACIÓN
Las bombas atómicas en Japón acabaron con la vida de más de 100,000 pobladores civiles y como consecuencia de la radiación en Hiroshima murieron otras 200,000 personas.
El porcentaje de los hombres que lograron sobrevivir a la radiación asciende al 45% (80,160 personas), que posteriormente fueron analizados como casos clínicos por especialistas en cáncer.
Con este estudio se llegó a la conclusión que la exposición a la radiación se asocia con un incremento en el riesgo de padecer algún tipo de cáncer y desarrollar tumores y/o alteraciones en el sistema nervioso.
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