Al Egipto faraónico, hace 4,000 años, se deben los nacientes textos de medicina conocidos, la anatomía del cuerpo no les era ajeno y contaron con los primeros cirujanos.
Escritos en jeroglíficos sobre hojas de papiro, se los ha hallado con frecuencia al lado de los féretros de reyes y nobles, en la mayoría de las excavaciones arqueológicas realizadas desde mediados del siglo pasado en el valle del Nilo.
Sorprenden en ellos las minuciosas descripciones anatómicas y las características de enfermedades que aún hoy aquejan a la humanidad.
Relatan también con notable propiedad, los experimentos en cirugía y farmacia, el uso de rudimentarios aparatos ortopédicos y las aplicaciones de un considerable vocabulario médicos.
Los egipcios contaban con médicos que se dedicaban a partes específicas de la anatomía, así son conocidos los ginecólogos, los urólogos, médicos de los dientes y ortopedia.
Estos cirujanos efectuaban las circuncisiones, tan importante para ellos por higiene corporal y espiritual, no en vano y según escritos el Dios Sol RA, se circuncidó así mismo.
En una tumba se encontró una prótesis funcional de madera para un dedo del pie, para ayudarle a caminar.
En unas pruebas realizadas con una réplica, efectivamente se comprobó que pudo funcionar como prótesis mientras vivía.
LOS EGIPCIOS DEJARON UN LEGADO CIENTÍFICO
El gran avance del conocimiento de la anatomía humana se explica por razones religiosas, sin los obstáculos que la superstición puso a otras culturas.
El culto a los muertos y los ritos de conservación de los cadáveres permitían el libre estudio del interior del cuerpo humano.
Un hecho de singular trascendencia que impidió a pueblos posteriores a Egipto recoger su valioso legado científico, lo constituyó el incendio de la biblioteca de Alejandría.
Compendio del pensamiento, la ciencia y la tecnología de una de las más avanzadas civilizaciones de la antigüedad.
Un documento conocido como el papiro “Edwin Smith” era un manual para victimas de traumatismos, revela que esta sociedad tenía un avanzado conocimiento médico sobre la anatomía.
Esto demuestra que los egipcios entendieron el cuerpo humano seguramente mejor que cualquier otra civilización antigua. Sólo hasta el ocaso de la Edad Media, milenios después, retornó el hombre a la investigación anatómica.
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