E.T. EL EXTRATERRESTRE UN ADORABLE MONSTRUITO

En 1982 “E.T.” el extraterrestre, un adorable monstruito que invadió las tiendas, coches y hogares. El público infantil y juvenil son siempre las grandes esperanzas del cine norteamericano. “E.T.” lo demuestra.

¿Quién es E.T.? Pues eso, un horroroso monstruito, mitad rana, mitad tortuga sin caparazón, de cuello largo, ojos casi humanos, sonrisa sabia y un poco golfilla, piel escurridiza de color verde y de origen desconocido.

Protagonista de la película que fue la más taquillera de la historia después de la eterna “Lo que el viento se llevó” y antes de “Titanic”. Con cifras que lleva alcanzadas desde su estreno, es absolutamente inevitable que supere y desbanque a “La Guerra de las Galaxias”, en su momento la más millonaria.

¿De quién es E.T.? ¡De quién iba a ser!, responden los entendidos. Sólo un cerebro del cine que ha conseguido en pocos años triunfos tan variados e insólitos como “Tiburón”, “Encuentros en la tercera fase”, “Los cazadores del Arca Perdida” y “Poltergeist”. Steven Spielberg que entonces tenía de treinta y seis años, director y productor más famoso e imaginativo de la última generación del siglo XX en Hollywood.

UN CANTO A LA AMISTAD

“E.T. El Extraterrestre” es, tanto para los espectadores como para la crítica, un maravilloso milagro del cine, que recupera gracias a él su condición de linterna mágica.

Tierna, asombrosa, delicada y emotiva, es una mezcla perfecta de comedia dulce y melodrama infantil, en el que la muerte, la resurrección, las sonrisas y las lágrimas se basan en un canto a la amistad pura y fuerte, que se convierte en un amor idealizado.

La película es casi un cuento de hadas, es la historia de un niño tímido, solitario y desesperadamente necesitado de un amigo y que lo encuentra en una criatura deliciosa y repulsiva que llega una noche desde otra galaxia.

UN MONSTRUITO JUGANDO AL BEISBOL

La película empieza en una noche estrellada, propia de Disney, cuando aterriza una nave espacial nada sofisticada y hasta un poco chapucera de la que desciende uno de sus tripulantes que, despistado por las luces de la carretera y el claxon de los coches, se queda en tierra cuando su nave despega de nuevo.

El tripulante es E.T., que rápidamente comprende que necesita ayuda. La encontrará en el pequeño y silencioso Elliot, de diez años, que inicia su amistad con él muy a la americana; con un guante y una pelota de béisbol.

SE EMBORRACHA CON CERVEZA

E.T. se convierte para Elliot en amigo, mascota, juguete, personaje real salido de un video juego, y luchará contra todos para defenderle y devolverle la libertad.

Se adapta al mundo de los terráqueos y protagoniza divertidas aventuras junto a Elliot y sus hermanos mientras los espectadores se mueren de risa cuando, se pone delante de la TV y se emborracha con cerveza y los pies encima de la mesa.

El monstruito es ingenioso y para comunicarse con su nave, fabrica un radio o comunicador usando una combinación de sencillos instrumentos encontrados en la habitación de Elliot.

EL GENIO DE STEVEN SPIELBERG

La película se ha convertido en un fenómeno de la historia del cine, y acuden a verla personas que no iban al cine desde hacía años. Lo mismo había ocurrido, en menor índice, con “La Guerra de las Galaxias”.

¿Quién es Steven Spielberg, el causante de todo esto? Hijo de un ingeniero de computadoras y de una pianista, tuvo en su educación los dos elementos que hoy le han hecho famoso: Técnica y sensibilidad, realismo y fantasía con este encantador extraterrestre.

 “Me dan miedo muchas cosas: un muñeco payaso que tenían mis hermanos, el árbol que veía desde mi cama, la oscuridad en el cuarto de baño y las grietas en las paredes: creía que por ahí iban a entrar fantasmas”.

DIRECTOR DESDE LOS DOCE AÑOS

Descubrió su pasión el día en que su padre compró una cámara de cine. Era todavía casi un bebé, pero se sintió fascinado por ella, y a los doce años consiguió que le regalaran una para él.

Se pasaba el día escribiendo guiones, dibujando escenarios, creando personajes. Cuando filmaba a su familia en excursiones o en casa, luego montaba la película de tal modo que resultara una comedia o un melodrama. “Siempre pensé que la vida real no era lo bastante interesante”.

Se inscribió en un curso de Boy Scouts para fotografía, participó en todos los concursos Juniors que pudo y, tras un par de años en la Universidad, consiguió un contrato con la Universal de TV para hacer una serie.

SU ÉXITO CON EL ADORABLE MONSTRITO

Es sin duda alguna con este extraterrestre obtuvo el mayor éxito de entre tantos. Está plenamente identificado: crear físicamente al difícil personaje fue una complicada y costosísima empresa, que logró, eso sí, los resultados deseados. Todos le adoran.

Spielberg la había concebido como “una criatura a la que sólo una madre pudiese querer”. Pero realizarlo fue caro e interminable: un prototipo que luego no sirvió.

Fue Carlo Rimbaldo, el hombre que creó a los extraterrestres de “Encuentros en la Tercera Fase” y se había encargado de los efectos especiales de “King Kong” y “Alien” el artífice de E.T.

El definitivo monstruito, tiene un esqueleto de fibra de vidrio, goma y espuma y poliuretano.

Para las escenas en las que anda y se mueve, se utilizó a un enano con el disfraz de E.T. el extraterrestre. Pero el prototipo, de un metro y pico de altura, puede hacer 150 movimientos distintos. Y, por ejemplo, el diseño y los movimientos de sus ojos fueron encargados a una persona especial.

Se comprende que E.T. el extraterrestre se haya convertido en la mascota de América.

La película se estrenó en 1982 con un presupuesto de 10.5 millones de dólares. Conto con un reparto de buenos actores como: Henry Thomas (el pequeño Elliot), una muy pequeña aun Drew Barrymore (Gertie: hermana de Elliot), Dee Wallace-Stone (Mary: mamá de Elliot), Robert MacNaughton (Michael), Peter Coyote (Keys), C. Thomas Howell (Keys), Erika Eleniak (niña bonita de la escuela), K.C. Martel (Greg), Sean Frye (Steve), Richard Swingler (Profesor de ciencias).

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