MOTORES PESADOS DE POCA POTENCIA PARA EL VUELO

Primero pensaron en llevar gente que moviera manivela para hacer girar la hélice. Nada. A mitad del siglo pasado y existían motores de vapor, pero eran demasiado pesados. Solo en 1852 aparece uno bastante liviano, inventado por H. Giffard.

Éste decidió montar su motorcito de vapor en un globo de hidrógeno, en forma de cigarro. Consiguió volar de París a Trappes, Que quedaba a unos 30 km. Fue el primer vuelo de un globo motorizado. A partir de entonces se generalizó la fabricación de globos motorizados.

Pero nadie conseguía ser uno que funcionase derecho. Modelos de motor no faltaban: los había de vapor y eléctricos que funcionaban con baterías. Pero cuando el motor era bastante liviano no tenía fuerza para vencer al viento: el globo iba a parar a cualquier lado.

INSPIRACIÓN BRASILERA

Cuando tenía fuerza era pesado por demás Y el globo no conseguía despegar del suelo. Quien resolvió el problema fue un muchacho de poco más de veinte años. Había navegando en barco para viajar desde su “exótico país tropical”, el Brasil, a la capital mundial de las artes y las ciencias, que era París.

También había andado en automóvil. Pero globos nunca había conocido, en los tiempos en que los inventores se quebraban la cabeza con los dirigibles. Se llamaba Alberto santos Dumont.

En cuanto llegó a París, anduvo corriendo carreras de automóviles y curioseando el asunto globos. Busca que busca y pregunta que pregunta, acabo encontrando a Monsieur Lachambre, un ingeniero. ¿Monsieur Lachambre querría llevar a Monsieur Albert A dar un paseíto en globo? Sí, Monsieur Lachambre querría. ¿Era caro? Nada, baratito, solo 250 francos.

En realidad, era barato, en comparación. Sería lo que hoy día costaría miles de regaladas en un tobogán, mil vueltas en rueda gigante.

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