La filatelia para 1840 despertó tal afición de coleccionar sellos que las señoritas juntaban cuantos podían para empapelar sus habitaciones, según apuntaba la revista humorística Punch de aquella época.

Y a medida que fue creciendo el número de países emisores de sellos, la afición adquirió más fuerza. En 1860 empezaron a aparecer catálogos con largas listas de descripciones, así como álbumes para ordenar y conservar los sellos.

LAS COLECCIONES CON LA FILATELIA

Pronto se hizo notar de que alguno sellos eran más difícil conseguir que otros y comenzaron a cotizarse a precios elevados.

No faltaron personas que se dedicaron a intercambiar y vender sellos. Posteriormente aparecieron revistas con descripciones de sellos y para 1870, la afición estaba bien arraigada tanto en Europa como en América.

Los catálogos modernos más importantes registran más de 90,000 sellos distintos de todos los países del globo. Unos se cotizan a poco precio, otros a sumas fabulosas como el sello de un penique de la Guayana Británica, emitido en 1856 impreso en magenta y valorizado en 50,000 dólares.

Sólo se conoce un ejemplar. El color magenta apareció por error, y le correspondía a los sellos de 4 centavos de la misma edición.

Muchos ellos deben su rareza a errores de impresión. La lista de errores es indefinida, y la antigüedad del sello no aumenta, necesariamente el valor de los sellos.

El caso del abuelo de todos el Penny Black, tiene un valor de 10 dólares, en cambio hay otros más recientes que tienen elevada cotización.

QUE REPRESENTA LA FILATELIA

La filatelia no representa un pasatiempo más o menos entretenido, sino, además, es un positivo vehículo cultural, ya que ayuda a fomentar las relaciones individuales a escala universal y a familiarizarse con la geografía, la historia, las ciencias naturales, las artes, etc., gracias al mensaje breve y artístico de los sellos postales.

Sin duda esto explica la atención de que se rodea esta actividad en todo el mundo, atención creciente que se manifestó al iniciarse en Barcelona en 1960, los Congresos Internacionales de Filatelia.

Muchos hombres famosos fueron y son grandes filatelistas, solamente mencionaremos uno que cierta vez dijo: “Debo mi vida a mis aficiones, especialmente a la filatelia”.

Fue el presidente los Estados Unidos de Norteamérica, Franklin D. Roosevelt, que como sabemos sufrió parálisis infantil.